Revista
ComHumanitas, ISSN: 1390-776X
Vol.
15, núm. 2 (2024), Julio - Diciembre 2024
DOI: https://doi.org/10.31207/rch.v15i2.467
Mediaciones de la Comunicación en América Latina - Cátedras y Observatorios
Mediations of Communication in Latin America - Chairs and Observatories
Meios de comunicação na América Latina -
Cátedras e Observatórios
Nair Prata[1]
Universidade Federal de Ouro Preto
Sônia Jaconi[2]
Universidad de São Paulo
Rodrigo Gabrioti[3]
Athon
Fecha de recepción: 5 de diciembre de 2024
Fecha de aprobación: 22 de diciembre de 2024
Fecha de publicación: 28 de diciembre de 2024
Resumen
Consideramos
dos momentos clave para el desarrollo del campo de la Comunicación en América
Latina. En el siglo XX, investigadores y teóricos idealizaron una Escuela
Latinoamericana de Comunicación. Ahora, en el siglo XXI, Cátedras y
Observatorios de Comunicación se organizan para debatir temas contemporáneos
del Área. Desde una investigación con metodología cualitativa y presentación
descriptiva, este texto busca entender estos dos movimientos académicos. Hemos
notado que el movimiento del siglo XX reconoció autonomía para una teoría
latinoamericana de Comunicación mientras el segundo empieza a construir un
panorama de cuestiones paradigmáticas y de la contemporaneidad que cobran
investigación en un mundo predominantemente tecnológico.
Palabras clave: América Latina; Comunicación; Cátedras; Observatorios.
Abstract
There
are two key moments to be considered for the development of the Communication
field in Latin America. In the 20th century, researchers and theorists
idealized a Latin American School of Communication. Now, in the 21st century,
Communication Chairs and Observatories organize to discuss contemporary issues.
Using the qualitative methodology and descriptive presentation, this work seeks
to understand these two academic movements. It is observed that the 20th
century movement recognized the autonomy for a Latin American theory of
Communication, while the second movement began to build a panorama of
paradigmatic issues and contemporaneity that requires research in a
predominantly technological world.
Keywords: Latin America; Communication; Chairs; Observatories.
Resumo
Consideramos
dois momentos-chave no desenvolvimento do campo da Comunicação na América
Latina. No século XX, investigadores e teóricos idealizaram uma Escola
Latino-Americana de Comunicação. Agora, no século XXI, organizam-se cátedras e
observatórios de comunicação para debater questões contemporâneas do campo. A
partir de uma metodologia de investigação qualitativa e de uma apresentação
descritiva, este texto procura compreender estes dois movimentos académicos.
Observamos que o movimento do século XX reconheceu autonomia para uma teoria
latino-americana da Comunicação, enquanto o segundo começa a construir um
panorama de questões paradigmáticas e contemporâneas que estão sendo
investigadas em um mundo predominantemente tecnológico.
Palavras-chave: América Latina; Comunicação; Cátedras; Observatórios.
Introducción
Los horizontes para una identidad del campo de la
Comunicación en América Latina son tratados en este texto por dos momentos que
consideramos clave: la intención de teóricos del siglo XX en configurar una Escuela
Latinoamericana de Comunicación (ELACOM); y ahora, en el siglo
XXI, por investigadores y todavía teóricos también desde la formación de la Red Latinoamericana de Cátedras y
Observatorios de Comunicación e Información, Cultura y Desarrollo Social.
Son ideas fuertes y
promisoras que se dan en contextos distintos tanto por cuestiones tecnológicas
como culturales. El movimiento de una propuesta a la Escuela Latinoamericana
fue a lo largo de los años 70 cuando teníamos una comunicación analógica con
rasgos electrónicos y los investigadores se movían por el mundo en clases,
encuentros, seminarios y congresos para debatir temáticas de la región. Ahora,
a lo largo de los años 2020, tuvimos una situación sanitaria caótica tras la
pandemia de Covid-19 que mató millones de personas alrededor del mundo, contaminando a otras
tantas y dejando señales por toda la sociedad como el aislamiento. Pero, por
otro lado, vivimos tiempos digitales, una aldea global como concibió McLuhan,
en que los aparatos tecnológicos sostenidos por la Internet nos ponen en
contacto desde cualquier ubicación del mundo por pantallas. Como apuntó
Orihuela (2021), hay un trípode tecnológico -la Internet, las redes sociales y los
dispositivos de acceso móvil- que transformó el ecosistema de la información a
nivel global.
Así del punto de visto
metodológico trabajamos en este texto con investigación bibliográfica y
documental desde una perspectiva cualitativa y presentación descriptiva, para
hacer un recorrido acerca de la Escuela Latinoamericana de Comunicación
con los esfuerzos de investigadores importantes como José Marques de Melo,
Jesús Martín-Barbero y Guillermo Orozco, entre otros, para demarcar este
espacio de investigación en Comunicación como también escribir esa historia que
recién se empieza con el trabajo de la Red Latinoamericana de Cátedras y Observatorios de
Comunicación e Información, Cultura y Desarrollo Social.
Intentar entender estos
dos momentos es superar un concepto de homogeneidad hablando de
latinoamericanos, su cultura, sus modos y otras dimensiones correspondientes a
este espacio del mundo donde la diversidad es sinónimo de pluralidad. Por ello
hace total sentido seguir el concepto central de Jesús Martín-Barbero: las
mediaciones.
Al desarrollar su primer
mapa, antes de las mediaciones propiamente, en 1982, Martín-Barbero ha pensado
acerca de la comunicación transnacional, nuevas tecnologías de comunicación,
comunicación popular y alternativa para estrategias de uso, pensamiento y
desarrollo como una propuesta latinoamericana original pero sin estar cerrada
al diálogo internacional mismo todos mirando al Norte y teniendo la crítica del
autor tras la investigación no considerar dónde si vive como tampoco saber cuáles
eran los problemas reales de Comunicación en América Latina.
Tras la presentación de
la Red Latinoamericana de Cátedras y Observatorios que va a ser explicitada,
se llegó en menos de dos años de trabajo y articulaciones a un documento que despunta
como un compromiso para discutir la Comunicación en América Latina en el
presente y en el futuro: la Carta Ciudadana (AL21) - Comunicación por la
libertad, la democracia, la ciudadanía y el Buen Vivir que agregó 34
signatarios. La intención fue definir el escenario latinoamericano como un
espacio geocultural de acciones mapeando otros
territorios, con el objetivo de ampliar su diálogo con diferentes actores
institucionales y diagnosticar las demandas de la región.
Comunicación en América
Latina: formaciones y encuentros
Cuando presencié la vehemencia y
fundamentación con la que José Marques de Melo se refería al “Pensamiento
Comunicacional Latinoamericano” y a la “Escuela Latinoamericana de la
Comunicación” (cosas que antes que él, nunca escuché) me sorprendí doblemente.
Primero, porque alguien cometiera el atrevimiento de hacerlo, había que ser
valiente y arriesgado. Pero quizás más me sorprendió la negativa reacción de algun@s colegas latinoamerican@s
que de inmediato y sin piedad descalificaron tal “impostura” y de paso también
al proponente. Pero resultó que ya no estaba solo, pues con él aparecieron
distribuidas por toda nuestra América varias iniciativas, textos, programas de
investigación, escuelas de formación, revistas especializadas, libros y otra
producción de materiales en todos los formatos, que pronto comenzaron a tener
intercambios y una circulación limitada por las propias condiciones de cada
país y por las propias estructuras locales e internacionales del campo de la
comunicación (Gonzáles, 2020, p. 13).
Una iniciativa destacada en la
construcción de este campo fue la realización de docenas de encuentros
denominados CELACOM (Coloquio Internacional sobre la
Escuela Latinoamericana de Comunicación), promovidos por la Cátedra
Unesco-Metodista de Comunicación para el Desarrollo Regional, en Brasil, con la
orientación de su director titular, José Marques de Melo[4]. Además de la discusión sobre
temas latinoamericanos, los encuentros –con periodicidad anual- permitían a estudiantes
y profesores estar más cerca de los teóricos más destacados. El Primer CELACOM se llevó a cabo en São Paulo, Brasil, entre el 24 y
26 de marzo de 1997, dedicado al estudio de las ideas comunicacionales del
investigador y profesor boliviano Luís Ramiro Beltrán.
Docenas de autores
intentaron construir y consolidar la ELACOM en este
continente que también es dependiente en esta área de estudios. Nuestras
culturas y posibilidades de Comunicación son muchas, pero están explicadas por
los aportes teóricos principalmente de Norteamérica. En contra esto ha
venido CIESPAL (Centro Internacional de Estudios Superiores de
Comunicación para América Latina), en los años 1960 y 70 con el trabajo de Jorge Fernández que ha
conducido su construcción y consolidación. La iniciativa empieza a tener forma a finales de
los 50, cuando la UNESCO creó el Centro de Estudios Superiores de Periodismo de
Estrasburgo. Un encuentro, en Chile, que se asociaba a las ideas del economista
argentino Raul Prebisch ha tratado del desarrollo de
los medios en el continente sudamericano. También estuvieron allí Wilbur
Schramm y Fernand Terrou.
El origen del pensamiento
comunicacional latinoamericano se da en el periodismo justo por ser un
acercamiento de hechos y la comunidad como espejo de la historia. José Marques
de Melo (2014) recuerda que Fernández ya pedía atención a la investigación
científica en Comunicación que casi no existía en América Latina, título que
fue debatido en un seminario de 1966. Frente al CIESPAL
ya estaba Gonzalo Córdova, que tenía como propuesta poner fin a la dependencia
teórica y seguir caminos propios. Este es un camino que sigue siendo un
desafío, pero tuvo sus aportes iniciales como lo de Marques de Melo (2001) que
ha comprendido el movimiento tras inspiración de la Teoría de la Dependencia y
Teología de Liberación. Y así los fenómenos comunicacionales de los años
1970 son investigados por precursores, pioneros, innovadores y
renovadores. Es posible apuntar la conformación inicial de los nombres
paradigmáticos de la Escuela Latinoamericana de Comunicación (ELACOM), representantes de cuatro generaciones:
Cuadro 1: Generaciones ELACOM y sus representantes
Generaciones ELACOM |
Representantes |
Precursores |
José Toribio Medina
(Chile), Octavio de la Suarée (Cuba), Jesús Marcano
Rosas (Venezuela), Barbosa Lima Sobrinho, Carlos Rizzini e Danton Jobim
(Brasil). |
Pioneros |
Jorge Fernández
(Ecuador), Antonio Pasquali (Venezuela), Luis
Ramiro Beltrán (Bolivia), Henrique Gonzalez Casanova (México), Luiz Beltrão, Paulo Freira,
Decio Pignatari (Brasil). |
Innovadores |
Eliseo Veron (Argentina), Armand Mattelart (Chile), Mario Kaplun (Uruguay), Juan Diaz Bordenave (Paraguay), Javier Esteinou Madrid (México), Jesus
Martín-Barbero (Colombia), Muniz Sodré, José Salomão, David Amorim e José
Marques de Melo (Brasil). |
Renovadores |
Jorge Gonzalez (México), Jesus Maria Aguirre (Venezuela), Daniel
Prieto (Argentina), Luciano Alvarez (Uruguay), Valerio Fuenzalida (Chile),
Carlos Eduardo Lins da Silva, Vinícius Artur de Lima, Nilson Lage e Sergio
Caparelli (Brasil). |
Fuente: Gobbi
(1999)
En proceso de formación,
el hibridismo y el mestizaje latinoamericanos eran una contestación a lo que se
llamaba síndrome de los colonizados. Y otro personaje importante se presenta:
Luis Ramiro Beltrán. Para él, la comunicación es un proceso humano sencillo:
diálogo, participación y acceso igual aplicados a nuestras realidades que
envuelven intereses, necesidades e identidades culturales. Su trabajo de
investigación es central a punto de ser referencia importante en los marcos
iniciales para todo estudiante de Comunicación porque es un trabajo que rompe y
cuestiona la validación de los conceptos y métodos de investigación
norteamericanos.
América Latina, con su
pluralidad, es un espacio crucial para que Jesús Martín-Barbero desarrolle su
idea de mediación ante los medios haciendo una articulación de las prácticas
comunicacionales de los individuos. Así pasan a tener mayor importancia el
entorno cultural, los procesos sociales, matices culturales, géneros,
mestizaje, así como el uso de espacios y objetos. Lo popular, la cultura y el cotidiano
tienen más valor para los estudios en Comunicación. Empirismos y teorías se
forman desde entonces por dependencia cultural, cultura, consumo cultural,
identidad cultural, mestizaje, mediaciones y recepción.
Néstor Garcia Canclini, Valério Fuenzalida y Guillermo Orozco también hacen parte
de este escenario. El protagonismo latinoamericano, según Berger y Schwaab (2014), está en la denuncia de la dominación
cultural. Para ellos, “el histórico de sumisión ha impulsado incluso la propia
Escuela Latinoamericana para abandonar teorías acerca de la comunicación
producidas en contextos europeos y norteamericanos en busca de condiciones
propias basados en pensamientos de reestructuración de la sociedad por
intermedio de proyectos regionales de democratización de información” (p. 201).
Pero defender estos presupuestos, con base bibliográfica, es un desafío por
cuenta de la resistencia.
Si Martín-Barbero
considera los medios productores sociales a la interacción de las mediaciones
humanas, conflictos simbólicos y intereses políticos
y económicos; si Canclini trata el consumo como proceso sociocultural tomado
por el trabajo y expansión del capital, apropiándose del producto social,
diferenciación social, sistema de integración y comunicación; si Fuenzalida
entiende la influencia grupal como algo sumariamente importante en la
construcción del sentido al cual las personas atribuyen el mensaje; si Orozco
aborda las multimediaciones frente a la exposición de
los individuos a los mensajes; si Jorge González piensa la hegemonía como un “momentum” de las relaciones dentro de uno espacio social
dónde se crean y recrean las formas simbólicas de toda relación social, entonces
los latinoamericanos están describiendo, previendo y descubriendo nuevos
conocimientos, luego hacen teoría. Como dice Morais (2014), la soledad a
que América Latina se expone hace parte de experiencias acumuladas a lo largo
de los siglos y esto no debería ser dejado por la Comunicación que sigue en
busca de su teoría latinoamericana propia y particular.
Es posible admitir que se
produce teoría en América Latina porque sus investigadores contribuyen y mucho
para el desarrollo del área. Son tradicionalmente conocidos muy bien los
aportes que salen desde Brasil y México, por ejemplo, así como otros países que
demostraremos por el trabajo actual desarrollado por las Cátedras y
Observatorios donde se mira las instituciones ubicadas en Ecuador. Son señales
de que la realidad sociocultural latinoamericana trajo otra naturaleza al campo
de los estudios de la Comunicación. Martín-Barbero y Lopes
(1999), en León Duarte (2001), apuntan a la visibilidad latinoamericana como
construcción de diálogo articulado de mediaciones que traen nueva ubicación de
la comunicación en las Ciencias Sociales.
La
formación de una Red Latinoamericana de Cátedras y Observatorios de
Comunicación
Inspirados y liderados intelectualmente por
José Marques de Melo, la más reciente Cátedra Latinoamericana de Comunicación e
Información, bajo el auspicio de Intercom, se
convierte en protagonista de una convocatoria para debatir los desafíos
actuales de América Latina. En el marco de las actividades de la Cátedra, en
2020, y liderados por los autores de este trabajo, quienes en ese momento
formaban parte de la dirección de Intercom, surgió el
proyecto de reunir a los líderes de las Cátedras y Observatorios de
Comunicación de América Latina con el objetivo de debatir los desafíos actuales
de la región latinoamericana. En el primer levantamiento se identificaron 19
Cátedras en 7 países: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México y
Nicaragua.
Tras este diagnóstico, el
equipo gestor decidió realizar un encuentro virtual durante la pandemia de
Covid-19 para presentar proyectos en desarrollo y desafíos comunes de las
entidades regionales. El 8 de diciembre de 2020 tuvo lugar el Primer
Encuentro Latinoamericano de Cátedras y Observatorios. El evento contó con
la participación del jefe de Libertad de Expresión y Seguridad de Periodistas
de la UNESCO, Guilherme Canela, y del coordinador del Sector de Comunicación y Información de UNESCO Brasil, Adauto Candido
Soares, así como representantes de Cátedras y Observatorios de varios países
latinoamericanos.
También participaron
distinguidos invitados como Lucia Santaella, titular de la Cátedra Oscar Sala;
Néstor García Canclini, representante de la Cátedra Olavo
Setúbal de Arte, Cultura y Ciencia, y Guillermo Orozco Gómez, de la Cátedra
UNESCO AMIDI UDC –
Alfabetización Mediática Informativa y Diálogo Cultural de la Universidad de
Guadalajara, México. El programa contempló cuatro mesas temáticas: 1. Comunicación, libertad y ciudadanía; 2. TV Humanos y comunicación de derechos
humanos; 3. Comunicación, libertad y
ciudadanía: contexto latinoamericano; 4. Libertad de prensa en América Latina: tres décadas después. En el
evento nació la idea de crear una red de Cátedras y Observatorios
latinoamericanos y un documento representativo con propuestas para una
comunicación basada en la libertad y la ciudadanía.
Tras el evento, el equipo
gestor se enfocó en los dos objetivos clave:
1. Realizar conversaciones exploratorias para establecer la red
latinoamericana de Cátedras y Observatorios de Comunicación.
2. Elaborar una Carta que propusiera el mapeo de territorios y la
ampliación del diálogo con diversos actores institucionales, diagnosticando las
necesidades actuales de la región.
El primer objetivo clave
se cumplió el 30 de junio de 2021, con la realización del 1er Encuentro de
la Red Latinoamericana de Cátedras y Observatorios de Comunicación,
Información, Cultura y Desarrollo Social. El evento virtual inició con una
conferencia de la profesora Conceição Evaristo, de la
Cátedra Olavo Setúbal de Arte, Cultura y Ciencia de
la Universidad de São Paulo (USP). Representantes de diversas Cátedras y
Observatorios presentaron informes sobre su adhesión a los propósitos de la
Red, entre ellos: Cátedra UNESCO AMIDI-UDC
Guadalajara, Cátedras CIESPAL, Cátedra Patria Grande
Comunicación para la Integración, Cátedra UNESCO Telecomunicaciones y Sociedad,
Cátedra UNESCO Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, Cátedra UNESCO
Metodista de Comunicación y Desarrollo Regional, Observatorio de la Comunicación
Pública, Cátedra en Comunicación y Consumo Maria Aparecida Baccega,
Cátedra Luiz Beltrão de
Comunicación y Observatorio del Derecho a la Comunicación. Este encuentro
consolidó la Red como un espacio de colaboración y diálogo entre las Cátedras y
Observatorios.
Carta Ciudadana (AL21):
una agenda de compromisos
El segundo objetivo clave
se cumplió exitosamente con la elaboración de la Carta Ciudadana (América
Latina-21) – Comunicación para la libertad, la democracia, la ciudadanía y el
buen vivir[5]. Su aporte inicial fue
discutir la Comunicación como un Derecho Humano fundamental con pautas que tratan
de educación, salud, paz, justicia social, sustentabilidad y ecología,
reducción de las desigualdades, protección de la vida y del medio ambiente;
igualdad de género, dignidad de la persona humana y combinando los debates
sobre el papel de la sociedad civil en las definiciones globales de la sociedad
de la información y la comunicación. El compromiso de la Comunicación con el
desarrollo humano, ambiental y social, en todos sus ámbitos, está especialmente
anclado en la implementación de políticas sociales capaces de promover el bien
común y las tecnologías de la información y la comunicación que determinan el
grado de influencia y negociación a nivel internacional de las naciones.
Así la Carta Ciudadana
indica las estrategias a desarrollar y que deben apoyarse por la sociedad civil
y por las instituciones públicas y privadas comprometidas con los medios
ciudadanos y con la Comunicación como un Derecho Humano. Defienden que dichos
principios y acciones deben ser llevados a cabo de manera conjunta entre el
poder político, la sociedad civil, los movimientos sociales y las
universidades, para que los resultados puedan ayudar a reducir las
desigualdades sociales provocadas, entre otras, por las exclusiones digitales,
educativas y culturales y agravadas por la pandemia de Covid-19. También exigen
la adhesión de diferentes actores sociales en la elaboración de planes de
acción a nivel comunitario, local y regional.
En la apertura de la Carta
Ciudadana (AL 21) se destacan los objetivos de la formación de la Red:
Investigadores
y miembros de la sociedad civil y activistas de la comunicación social se
reunieron en línea, el 30 de junio de 2021, para establecer principios, definir
acciones y fortalecer la iniciativa para la formación de la Red Latinoamericana
de Cátedras y Observatorios de Comunicación e Información, Cultura y Desarrollo
Social (Cátedra Intercom, 2021).
La Carta Ciudadana (AL
21) presenta 24 principios:
I. Garantizar el acceso a
la Comunicación como un derecho humano fundamental para el ejercicio de la
ciudadanía;
II. Incluir a la
Comunicación Social en la formación de jóvenes y adultos, siendo un pilar
relevante del proceso educativo de cada nación;
III. Crear un fondo
internacional latinoamericano a constituirse por los países participantes de la
Red, con miras a ampliar las iniciativas autónomas y el acceso a la ciudadanía,
no solo al consumo de la Comunicación;
IV. Calificar la
producción de Comunicación bajo los principios de información basada en hechos,
equidistancia política, igualdad de espacio para opiniones divergentes; libre
de propaganda ideológica o de interés tecnológico y comercial;
V. Combatir la violencia
contra los periodistas, especialmente contra las mujeres periodistas;
VI. Defender la libertad
de prensa;
VII. Promover el
periodismo humanitario y la alfabetización mediática (Media Literacy);
VIII. Dialogar sobre
temas emergentes como medio ambiente y comunicación, ciudadanía, democracia y
derechos humanos; Comunicación e Innovación, Comunicación Comunitaria (radio,
TV, medios impresos y digitales);
IX. Fomentar la
investigación y la docencia en Comunicación, enfocada en la Comunicación para
el desarrollo regional;
X. Fortalecer la
integración internacional de los estudios de Comunicación;
XI. Debatir la
Comunicación Política, con énfasis en un paradigma relacional de participación
ciudadana;
XII. Fomentar la
comunicación para el Buen Vivir, siendo una forma contemporánea de comunicación
popular;
XIII. Fomentar
iniciativas de comunicación para la integración entre los países
latinoamericanos, necesarias en el contexto de la pandemia Covid-19;
XIV. Establecer
mecanismos democráticos para invertir en publicidad en los medios, enfocada en
la publicidad oficial;
XV. Recomendar a los
órganos competentes que supervisen y responsabilicen a los agentes públicos que
promueven campañas de odio a través de sus canales institucionales o personales
en Internet;
XVI. Abogar por una mayor
transparencia de las empresas de Internet relacionada a la discriminación
de contenidos publicados en redes sociales y sus mecanismos de regulación del
discurso;
XVII. Promover la lucha
contra la desinformación, sin comprometer el derecho de acceso a la
información, la libertad de expresión, la privacidad y el debido proceso legal;
XVIII. Asegurar la
autonomía y continuidad de la comunicación pública y comunitaria, con un
presupuesto adecuado y respeto a las estructuras de gestión que hagan viable su
independencia y autonomía gubernamental;
XIX. Difundir la
Declaración Internacional de Profesionales y Científicos de la Comunicación
para un mundo seguro, sostenible y mejor;
XX. Defender
permanentemente la democracia, la comunicación pública, la comunicación social,
la libertad de expresión y prensa y el ejercicio de la ciudadanía;
XXI. Permitir el acceso,
producción y democratización de la Comunicación en América Latina, tanto a
nivel estatal, así como en lo político y social;
XXII. Discutir la
inclusión de la propuesta curricular AMIDI
(Alfabetización Mediática Informacional y Diálogo Intercultural) en todos los
niveles del sistema educativo en los países latinos, abriendo grupos de
discusión con la población - niños, jóvenes y adultos;
XXIII. Estimular el
estudio del monitoreo de los medios de comunicación, la interpretación del
proceso de construcción de ciudadanía y el impacto de la opinión pública;
XXIV. Comprender el papel
de los medios de comunicación clásicos y alternativos - las redes sociales,
como un lugar privilegiado para que los agentes escuchen y dialoguen,
posibilitando el proceso de construcción de la opinión pública.
Al final, la Carta
Ciudadana (AL21) destaca:
Algunas rutas para el desarrollo ya están diseñadas. Queda el desafío de
la continuidad y la integración para el camino a recorrer. Por medio del
trabajo en conjunto anhelamos que las acciones propuestas en esta Carta sean
utopías verdaderas, ya sea
académicamente, con la profundización de los estudios teóricos en este campo, o
de la sociedad civil, en la participación de discusiones y resultados
efectivos. Y que, de hecho, podamos lograr la Comunicación como un Derecho
Humano fundamental para todas y todos, reflejado y fortalecido en la
Comunicación liberadora y en los medios populares, comunitarios y ciudadanos
(Cátedra Intercom, 2021).
Lo que sucede entonces
desde los propósitos arriba mencionados son miradas diversas de los signatarios
que actúan en América Latina. El compromiso de ahora envuelve muchos sectores
de la sociedad porque América Latina también lo es así. El rasgo de la
Comunicación como derecho humano adoptado en la Carta hace que se pueda pensar
en tipos de Comunicación como las que sean sin intereses ideológicos y
comerciales, comunitarios y con la comprensión de lo que sean medios
comerciales y alternativos ante la opinión pública. Muchos que hacen esta
Comunicación son los periodistas y es voz corriente en América Latina que ellos
necesitan protección sin que sufran violencia y consigan trabajar
tranquilamente asegurados por la libertad de prensa. Conocer los medios y sus
conductas es un trabajo crítico e intelectual importante resaltado por los
signatarios que señalan un proceso de alfabetización mediática en todos los
niveles del sistema educativo de los países latinoamericanos. La política es
intensa por América Latina, entonces se hace necesario discutirla más siempre
al lado de la Democracia. En tiempos de redes sociales y tanta desinformación,
este mal es calificado a ser combatido, incluso responsabilizando criminalmente
a quien distribuye el odio por estos aparatos electrónicos instantáneos. Y, por
supuesto, los catedráticos valorizan la Ciencia, especialmente el área de
Comunicación, para lo cual tienen una sugerencia: que haya integración de sus
estudios e investigaciones. Muchas veces percibimos que Brasil se aparta de
América Latina en esto sentido como si tuviera otro tipo de producción.
Ahora que las Cátedras y
Observatorios iniciaron este nuevo movimiento académico del siglo XXI, cabrá a
la conducción de esta Red fortalecer las intenciones y compromisos asumidos
creando adelante y pronto una agenda de trabajo con investigaciones y
actividades además de agregar otras instituciones de esta naturaleza a una
iniciativa que aún necesita tener un nombre con una sigla representativa.
Desafío puesto a los años y próximos encuentros que están por venir.
En
2023, este trabajo de articulación de la Red fue suspendido debido al
vencimiento del mandato del equipo gestor en la dirección de Intercom. Sin embargo, en septiembre de 2024, en respuesta
a una invitación del CIESPAL, el mismo equipo se
reunió con la directora general, profesora Gissela
Dávila Cobo, quien desea continuar las actividades de la Red Latinoamericana
de Cátedras y Observatorios de Comunicación, Información, Cultura y Desarrollo
Social. La profesora Gissela expresó su deseo de
que la Red siga funcionando bajo el auspicio del CIESPAL.
El equipo preparó un documento con un plan de acción a corto, mediano y largo
plazo, con diversas iniciativas. Se espera que el trabajo se inicie
efectivamente a principios de 2025.
Conclusiones
América Latina es un espacio fundamental para la Comunicación. Sus
formas y culturas abren puestos de investigación muy interesantes, a punto de
revelar lo que tenemos a observar, preguntar y proponer. Esto se reconoce hace
años como hicieron los autores que pueden ser considerados fundacionales del
Pensamiento Comunicacional Latinoamericano. Tenían ellos una idea de ser
Escuela, pero claramente pelearon con el dominio de los grandes centros de
investigación dominantes. Pero esto nos parece a nivel solamente de
institucionalización porque los investigadores latinoamericanos tenían
conciencia de su lugar, de su labor y de su investigación denunciadora. Ellos
dieron a nosotros un camino teórico-metodológico por el cual conseguimos partir
de un principio y sostener que hay un marco fundante.
Si los fundadores iban a embates por sus creencias, postulados y
conocimientos para fortalecer América Latina, ahora con el trabajo de la Red
de Cátedras y Observatorios hay una realidad sostenida por la
digitalización que hace con que todos estén en el mismo plano para debates de
igual para igual. Esto porque también muchos fenómenos que merecen
investigación rompieron fronteras. Un ejemplo es la desinformación, tema problemático
y preocupante no solamente para latinos, sino también para europeos, norteamericanos
y otros pueblos. Ciertamente las necesidades de hoy son más ‘abrangentes’ en lo que corresponde a síntomas comunes
porque parece que hay una condición cultural que expone a las personas a
intereses que todavía se igualan y complementan.
¿Aún tenemos que pensar en Escuela Latinoamericana? Parece que
además de que nuestras raíces teóricas han intentado esto, lo que nos toca es
defender que América Latina hace teoría y tiene un pensamiento propio con
características particulares que no pueden ser cerradas en explicaciones
funcionalistas o críticas solamente adoptando autores clásicos y de relevancia
para decir que los reproducimos y esto garantice un lugar en la investigación
en Comunicación. América Latina es mucho más, tanto que los fundadores no se
limitaron a criticar la dependencia de los hegemónicos. Los investigadores de
hoy luchan por cuestiones que son reflejo de una mayor globalización. Así
América Latina puede tener dominios teóricos que se reproduzcan al mundo.
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[1] Periodista (UFMG), Máster en Comunicación (Universidad São Marcos) y Doctora en Lingüística Aplicada (UFMG), con estancia de posdoctorado en Comunicación en la Universidad de Navarra (España). Trabajó durante 18 años en emisoras de radio, principalmente Rádio Itatiaia. Es profesora del Programa de Posgrado en Comunicación de la Universidad Federal de Ouro Preto (UFOP) y del Programa de Posgrado en Tecnología de la Información y Comunicación y Gestión del Conocimiento de la Universidad FUMEC. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9127-7720
[2] Investigadora colaboradora en IEA/USP. Doctora en Comunicación Social (UMESP, 2012). Máster en Literatura (Universidad Presbiteriana Mackenzie, 2006). Especializada en Portugués: lengua y literatura (UMESP, 2003). Licenciada en Literatura por el Centro Universitario Fundación Santo André (2002). Realizó una pasantía posdoctoral en Educación en la Cátedra Alfredo Bosi de Educación Básica del Instituto de Estudios Avanzados de la USP. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1503-1910
[3] Estudiante de postdoctorado en Comunicación en la Facultad de Arquitectura, Artes, Comunicación y Diseño (FAAC) de la Universidade Estadual Paulista (UNESP) - Campus de Bauru. Doctor en Comunicación por la Universidad Metodista de São Paulo (UMESP). Máster en Comunicación y Cultura por la Universidad de Sorocaba, donde también estudió Periodismo. Ganador del Premio Freitas Nobre 2019 de la Sociedad Brasileña de Estudios Interdisciplinarios de Comunicación (Intercom). ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6745-3600
[4]
Periodista,
investigador y profesor universitario brasileño (1943 – 2018), primer doctor en
Periodismo y uno de los principales teóricos de la Comunicación en Brasil.
Publicó 173 libros y fundó la Sociedade
Brasileira de Estudos Interdisciplinares da Comunicação (Intercom). Coordinó e inspiró la
fundación de las mayores entidades del campo de la Comunicación en Brasil,
América Latina y países ibéricos.
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El documento está disponible en el sitio
electrónico de Intercom (Cátedra Intercom,
2021).