Revista ComHumanitas, ISSN: 1390-776X
Vol. 15, núm. 2 (2024), Julio - Diciembre 2024
DOI: https://doi.org/10.31207/rch.v15i2.458
Fact-checking: campaña política de elecciones seccionales en Ecuador. Caso Ecuador Verifica
Fact-checking: political campaign of sectional elections in Ecuador. Case Ecuador Verifica
Fact-checking: campanha política das eleições seccionais no Equador. Caso Equador Verifica
Gabriela Lourdes Vélez Bermello[1]
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
Fecha de recepción: 11 de mayo de 2024
Fecha de aprobación: 2 de julio de 2024
Fecha de publicación: 23 de diciembre de 2024
Resumen
El combate a la desinformación se ha tornado en una preocupación, sobre todo, entre quienes realizan fact-checking. Este tipo de luchas ha ocasionado que se creen portales webs dedicados a la verificación de hechos y algunos sitios son especializados en el chequeo del discurso político, como en el caso de Ecuador Verifica, una coalición que reúne a instituciones, sociedad civil y a la academia. En las últimas elecciones seccionales desarrolladas en Ecuador, este portal tomó acción para mitigar la desinformación a través de su página web y redes sociales. El presente estudio contrastar el alcance de la cobertura nacional en la lucha contra la desinformación. La metodología es cuali-cuantitativa a través de un estudio de caso y un análisis cuantitativo de contenido. Los esfuerzos por combatir la desinformación se ven reducidos por la poca cobertura en el territorio ecuatoriano, aunque contar con un portal de este tipo ya es un paso hacia la lucha contra la desinformación.
Palabras clave: Desinformación, fact-checking, posverdad, Inteligencia Artificial, comunicación.
Abstract
Abstract. The fight against misinformation has become a concern, especially among those who carry out fact-checking. This type of struggle has led to the creation of web portals dedicated to fact-checking, and some sites are specialized in checking political discourse, as in the case of Ecuador Verifica, a coalition that brings together institutions, civil society, and academia. In the last sectional elections held in Ecuador, this portal took action to mitigate misinformation through its website and social networks. The present study contrasts the scope of intends to analyze the national coverage in the fight against disinformation. The methodology is qualitative-quantitative through a case study and a quantitative content analysis. Efforts to combat disinformation are reduced by the low coverage in the Ecuadorian territory, although having a portal of this type is already a step towards the fight against disinformation.
Keywords: Disinformation, fact-checking, posttruth, Artificial intelligence, communication.
Resumo
A luta contra a desinformação tornou-se uma preocupação, especialmente entre aqueles que realizam o fact-checking. Este tipo de luta levou à criação de portais web dedicados ao fact-checking, e alguns sites são especializados na verificação do discurso político, como é o caso do Ecuador Verifica, uma coligação que reúne instituições, sociedade civil e academia. Nas últimas eleições seccionais realizadas no Equador, este portal actuou para mitigar a desinformação através do seu sítio Web e das redes sociais. O presente estudo contrasta o âmbito de pretende analisar a cobertura nacional na luta contra a desinformação. A metodologia é qualitativa-quantitativa através de um estudo de caso e de uma análise de conteúdo quantitativa. Os esforços para combater a desinformação são reduzidos pela baixa cobertura no território equatoriano, embora ter um portal deste tipo já seja um passo para a luta contra a desinformação.
Palavras-chave: Desinformação, verificação de factos, pós-verdade, inteligência artificial, comunicação.Texto
Introducción
La verificación de los hechos, o en inglés fact-checking, está en auge frente a la infoxicación de contenidos que minuto a minuto circulan en la web con el apoyo de big data, algoritmos e Inteligencia Artificial (IA). De este modo, Internet es un emporio de textos, imágenes y videos, pero no todo ello es información confiable (Haigh et al., 2017; Nelson & Harsh, 2018; Pérez-Dasilva et al., 2020).
De acuerdo con Vizoso & Vázquez-Herrero (2019), el fact-checking consiste en la verificación de discursos que circulen en la esfera pública. De este modo, fact-checking emplea “técnicas del periodismo de datos para desenmascarar los errores, ambigüedades, mentiras, falta de rigor o inexactitudes de algunos contenidos publicados en los medios de comunicación” (Ufarte-Ruiz et al., 2018, p. 734). Este tipo de verificación de hechos surge “en un contexto de comunicación masiva individualizada, de creciente desconfianza sobre actores que intervienen en el espacio público” (López-García et al., 2016, p. 4).
Pero también existe la verificación de información desde la interna de las salas de redacción de medios de comunicación porque tratar el tema de chequeo de información no es algo reciente, pues esta acción de verificar se remonta a uno de los tradicionales pasos periodísticos al momento de generar contenidos. Aquello se evidencia en 1990 cuando se trataban a las rutinas productivas como newsmaking (Rodríguez-Pérez, 2021).
Por lo tanto, es una acción adherida a la profesión en sí misma, solo que ahora el fact-checking se ha enmarcado más en verificar contenidos luego o posterior de ser estos publicados y para ello han nacido portales webs independientes (Ufarte-Ruiz, Anzera y Murcia-Verdú, 2020) con dedicación exclusiva.
A quienes efectúan la labor de chequeo se los denomina fact-checkers. Ellos logran “dominar la comunicación multimedia y en diferentes soportes, debido a que pueden encontrarse con datos e informaciones de diversa naturaleza –vídeo, audio, fotografías, texto– que han de saber integrar” (Ufarte-Ruiz, et al., 2020, p. 34). De hecho, los mismos periodistas que cumplían las funciones tradicionales las han trasladado para ser fact-checkers, por lo que la formación profesional en aspectos preferentes de chequeo también está en evolución.
La desinformación es conocida erróneamente como fake news (noticias falsas), pues “en el periodismo, en principio, no existe noticia falsa, tanto que una de las reglas es la verificación” (Parreira, 2019, p. 92). Con todo lo que conlleva a la desinformación, hay autores que miran a este tipo de sucesos que han surgido junto con Internet como situaciones alarmistas y que aquellas investigaciones referentes a la desinformación son solo “pánico moral” (Anderson, 2021; Carlson, 2020; Jungherr & Schroeder, 2021; Mitchelstein et al., 2020).
De acuerdo con First Draft, una organización que lucha contra la desinformación en línea, existen tres tipos de contenidos desinformantes: desinformación (disinformation), información errónea (misinformation) y mala información (mal-information). Por su parte, Wardle y Derakhshan (2020) explican que la disinformation es aquella que se genera con malicia; misinformation, se trata de una información que se comparte a otras personas desconociendo que es errónea y mal-information es un contenido verdadero, pero innecesario de difundir, por ejemplo, la orientación sexual de un político.
La Inteligencia Artificial (IA) y el big data han acrecentado la necesidad de un chequeo más prolijo por parte de quienes conforman los portales dedicados a esta actividad porque cada vez han resultado ser percibidas como más ‘creíbles’ los contenidos desinformantes (Vázquez-Herrero, Vizoso & López-García, 2019) haciendo uso de textos y voces sintéticas, así como de deepfake y cheapfake, que son videos generados con IA (Gerstner y Farid, 2022). La búsqueda por la automatización de ciertos procesos de chequeo es imperante frente a la avalancha de desinformación (Nakov, et. al, 2021; Hassan, et. al, julio de 2015).
Además, el uso constante de redes sociales ha ocasionado que el consumo de desinformación se acelere (Bernal-Triviño y Clares-Gavilán, 2019), con usuarios que se dejan llevar relativamente más por la emoción, que por la veracidad de un hecho. Primar la emoción antes que el hecho, es a lo que se conoce como posverdad (Terol-Bolinches y Alonso-López, 2020).
Precisamente, la posverdad sería un punto de partida en la manipulación de opinión pública (Rapp y Salovich, 2018; Valero y Oliveira, 2018; Zhou y Zafarani, 2018) lo que provoca la toma de decisiones por parte de los usuarios en temas trascendentales como la política, economía e ideologías.
De acuerdo a Sued y Rodríguez (2020, p. 1231), las redes sociales “juegan un papel fundamental en la producción y difusión de noticias falsas, pero también en su legitimación”. La libertad de publicar lo que se desee en estas plataformas también traen consigo la desproporción de la libertad de expresión (Aparici et al., 2019; Haigh et al., 2017; Pavlik, 2013). En este punto, la ciudadanía está llamada a realizar sus propios chequeos, pero para alcanzarlo se tendría primero que alfabetizar mediáticamente a las personas con el fin de que el pensamiento crítico prime e incluso con la noción de falsear contenidos (Vélez-Bermello y León-Valle, 2021).
La verificación de los contenidos periodísticos, a través de los mecanismos e instrumentos que proponen el factchecking, es indispensable para presentar un contenido acorde a los hechos. Por lo tanto, el chequeo de datos es un mecanismo que brinda la sensación de seguridad al consumidor de noticias (Vélez-Bermello y León-Valle, 2021, p. 208)
Frente a este cúmulo de acciones de desinformación que circulan en la web, ha surgido y posicionado el fact-checking, que se le ha atribuido la función de analizar, evaluar y calificar los contenidos que se encuentran en la opinión pública (Palau-Sampio, 2018). No obstante, esta nueva actividad tiene sus detractores, por ejemplo, se critican los procesos metodológicos de elección de la frase o contenido a chequear, además del cómo se pondera una frase, pues tiende a ser un proceso aún muy subjetivo (Uscinski & Butler, 2013) de igual forma la fase de revisión de contenidos llega a ser lenta frente a la inmediatez y velocidad de creación de contenidos que se vive con Internet (Vélez Bermello, 2020; Bermello y Franco, 2021) por lo que el apoyo con la automatización, puede ser un soporte esencial. Así como también se pone en cuestión el financiamiento y transparencia de estos portales dedicados al chequeo.
Ante esto Pérez-Curiel y Velasco (2020, p. 91) sugieren optimizar los “protocolos de comprobación que puedan ayudar a los usuarios a reconocer lo falso” y Amazeen (2017) y Boididou et al. (2018) proponen que los portales apliquen herramientas adecuadas en sus procesos. Sin embargo, en algunas iniciativas poco a poco se van puliendo y fusionando las ideas de incorporar a la IA en sus funciones de chequeo para reducir el margen de error por lo que Magallón-Rosa (2018) establece que las labores de fact-checking deben estar integradas entre la academia, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil.
Pero, ¿quién chequea a los chequeadores?. En el mundo se han incrementado los portales de chequeo, mismos que son, a su vez, chequeados por la Red Internacional de Verificación de Información (IFCN por sus siglas en inglés), perteneciente al Instituto Poynter de Estudios de Medios, se trata de una escuela de periodismo y una organización de investigación sin fines de lucro, ubicada en Florida, Estados Unidos.
La IFCN aglomera a periodistas y organizaciones dedicadas al fact-checking y para que formen parte de su red deben cumplir con códigos de principios como, elegibilidad; compromiso con la imparcialidad y la equidad; compromiso con los estándares y la transparencia de las fuentes; compromiso con la transparencia de financiamiento y organización; compromiso con los estándares y la transparencia de la metodología y un compromiso con una política correccional abierta y honesta (IFCN, s.f.).
Cada año los propietarios de los portales de chequeo presentan información sobre su sitio web y la transparencia que ostentan. Estos son evaluados por especialistas y, en caso de faltar algún proceso, solicitan a los dueños del portal que sea mejorado el sitio para acreditarlos un año más como un portal confiable; de no hacerlo, son suspendidos temporalmente. Por tal motivo, los sitios web que pasaron esta especie de evaluación exhiben en su portada el estar acreditados por la IFCN.
Bajo este rigor está también Duke Reporters’ Lab, un laboratorio de la Universidad de Duke, ubicado en Carolina del Norte, Estados Unidos, que alberga a modo de listado el incremento de portales en el mundo. En este caso, a través de un mapeo los usuarios pueden conocer de forma interactiva dónde o en qué país está ubicado el portal y conocer si los portales de chequeo están activos o no.
En cuanto al proceso de verificación, este sigue algunos pasos, pero aquellos no están estandarizados entre los portales. Cada organización o medio establece procedimientos particulares, según un determinado número de etapas de cumplimiento, por ejemplo: cuatro etapas (Ecuador Chequea), cinco (Newtral), seis (Colombiacheck y La Silla Vacía), siete (Maldita.es) u ocho (Chequeado), pero la disparidad no implica disminuir la calidad de las examinaciones.
Elementos comunes encontrados entre las distintas organizaciones son:
1. Selección de la frase, afirmación o declaración pronunciada en un ámbito público o en redes sociales.
2. Evaluación de relevancia, impacto social y repercusión en el debate público.
3. Consulta de fuentes.
4. Contextualización de la afirmación; y
5. El otorgar una calificación sobre la base de categorías establecidas (Suing, Ricaurte, & Ordóñez, 2022, p. 55)
Para llegar a alcanzar este proceso de chequeo, los fact-checkers consultan a tres tipos de fuentes: la fuente original, que emitió el contenido; la oficial, que tiene relación los contenidos que emite el Estado; y las alternativas, que se refiere a organizaciones no gubernamentales e incluso expertos en algún área (Slipczuk, 2022). No existe un número fuentes determinadas a recurrir, pero sí el rigor de contextualizar el contenido chequeado, tal como lo establecen los parámetros en el periodismo.
Precisamente, uno de los portales especializados en fact-checking es Ecuador Verifica, objeto fundamental de este artículo, una coalición creada en el 2020 y destinada a la verificación del discurso político. El portal ecuatoriano presenta cuatro etapas de verificación:
1. Monitoreo y selección de frases o contenidos verificables: enunciados que son confrontables con hechos concretos de la realidad o con datos que nutren bases oficiales, académicas e independientes. El equipo periodístico rastrea frases en torno a: política pública, economía, sociedad, Derechos Humanos, entre otros.
2. Confrontación de la frase seleccionada con la fuente original.
3. Contextualización del enunciado seleccionado con base en los datos oficiales e independientes que existan sobre la materia. Desarrollo de material de visualización para una mejor lectura de los datos procesados.
4. Ampliación cualitativa de los datos verificados con el aporte de académicos, investigadores y analistas para cotejar la apreciación y discernimiento de la información (Ecuador Verifica, 29 de julio, 2021).
Esta organización está integrada por 46 medios de comunicación, 15 organizaciones de la sociedad civil y ocho universidades. La colación está destinada a analizar discursos políticos, temas relacionados a políticas públicas, así como verificar redes sociales con contenido engañoso y cumple la función de alfabetización digital (Bermello y Carvajal, 2022).
Los nombres de los miembros de la coalición aparecen en la página web de Ecuador Verifica. Los medios de comunicación pertenecientes a la coalición son: Antena 7 Radio Tv On Line, Criterios, Ecuavisa, El Universo, GK, Gráficos Nacionales (Diarios Expreso y Extra), La Barra Espaciadora, Medios Públicos del Ecuador, Plan V, Unsion TV, Primicias, Radio Centro, Vistazo, Wambra Medio Digital Comunitario, Telesucesos, Radio Sucesos, Ecuador Chequea, Primer Reporte, Kocodrilo Radio, Radio Sucumbíos, Medio digital La Voz B.C.P., Hora 32, Diario El Norte, La Hora- Tungurahua, Antena Uno Radio Video, La Calle Habla TV Online, Ecos del Cañar, Indómita, TuVoz.TV, CONECTADOS, La Andariega, Radio Jatari Kichwa, Antena Uno Radio Video, Tinta Digital, Exprésate Morona Santiago, Radio Los Lagos, Eco Amazónico, El Vanguardista, Relatos Esmeraldeños, Al Día, Galápagos Online, Machala Móvil, Radio Raíces, Andrés el Mono López, Diario Los Andes y Udla Channel.
En cuando a la academia están incluidas las universidades: Azuay, Católica del Ecuador, Casa Grande, Hemisferios, Internacional Del Ecuador (UIDE), Internacional de La Rioja (UNIR), Técnica Particular de Loja (UTPL) y Católica de Cuenca (UCACUE).
Mientras que en la sociedad civil constan: Chicas Poderosas Ecuador, Diálogo Diverso, Fundación CAJE, Fundamedios, Fundación Periodistas sin cadenas, Observatorio de Derechos y Justicia (ODJ), Usuarios Digitales, Jóvenes Zona Sur, Fundación 1000 Hojas, Fundación Más Periodismo, Federación Nacional de Periodistas, Coordinadora nacional de Mujeres Negras Capítulo Esmeraldas «CONAMUNECE”, Canales Comunitarios y Regionales del Ecuador Asociados “CCREA”, Corporación de Servicios Rurales Cooperativos Corscoop y el Observatorio Interuniversitario de Medios Ecuatorianos «OIME».
Ecuador Verifica nació después de que surgiera, en 2006, Ecuador Chequea, otro portal ecuatoriano que se dedica a la detención de desinformación en diferentes ámbitos. Ambos portales citados pertenecen a la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios). No obstante, este no será analizado pues, como se verá más adelante, su función principal es reproducir lo que publica el primero. El portal comparte las iniciativas de chequeo junto con el portal Ecuador Chequea para enfrentar los grandes volúmenes de datos que los usuarios ecuatorianos generan en Internet.
Ecuador Verifica no está registrado en la IFCN; este portal lleva tres años vigentes y existen varios requisitos para formar parte de esta organización. Uno de ellos es que se cumpla con la publicación de una verificación por semana en el transcurso de seis meses antes de la fecha de solicitud para acreditarse. Otro requisito es presentar una hoja de cálculo en la que consten los enlaces con las verificaciones que publicó en los seis meses, donde se demuestre haber posteado al menos 26 pedidos de chequeo.
Ecuador es un país con 18 millones de habitantes, de los cuales el 77% son usuarios de Internet. Hay 15.91 millones de celulares en el país y 81% de la población es usuaria activa en redes sociales, es decir, hay más perfiles en redes sociales que usuarios conectados diariamente a Internet (Rosgaby Medina, 6 de septiembre, 2022).
Como se puede observar, la cobertura de Internet en Ecuador es considerable y con tres operadoras de telefonía que incluyen en su servicio la conexión en la web. Existen más usuarios cada día subiendo contenidos que finalmente se convierten en datos en una red que no olvida y sostiene información por años.
Metodología
La metodología aplicada en esta investigación es cuali-cuantitativa a través de un estudio de caso y un análisis cuantitativo de contenido. De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2010), la investigación cuali-cuantitativa es una de las más completas porque fusiona ambos tipos de metodologías y brinda resultados con mayor contrastación.
El estudio de caso se trata de indagaciones “que al utilizar los procesos de investigación cuantitativa, cualitativa o mixta analizan profundamente una unidad holística para responder al planteamiento del problema, probar hipótesis y desarrollar alguna teoría” (Hernández-Sampieri y Mendoza, 2008). En este estudio se destina específicamente al portal Ecuador Verifica, única coalición en Ecuador dedicada a la verificación del discurso de los candidatos. Es importante mencionar que existe Ecuador Chequea, el primer portal del Ecuador, pero este no fue objeto de estudio porque sus chequeos se centran en otros aspectos, mientras que Ecuador Verifica está centrado a la verificación de política y políticas públicas. Además, lo que hace diferente a Ecuador Verifica de Ecuador Chequea es que se integran organismos de la sociedad civil, academia y otras organizaciones, por eso se la denomina como una coalición, la única en el país.
De igual forma, el análisis cuantitativo de contenidos se trata de “una técnica para estudiar cualquier tipo de comunicación de una manera ‘objetiva’ y sistemática, que cuantifica los mensajes o contenidos en categorías y subcategorías, y los somete a análisis estadístico” (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p. 251).
Por ello, el análisis cuantitativo de contenido se aplicó a la página web de Ecuador Verifica donde se hizo un monitoreo diario, durante las 24 horas del día, entre el 3 de enero hasta el 2 de febrero de 2023 (31 días), tiempo de campaña electoral para las elecciones seccionales de Ecuador.
Esta observación se efectuó para detectar cuántas verificaciones referentes a las elecciones seccionales fueron publicadas, qué calificación se les otorgó, cuántas fuentes por noticia se emplearon, cuántas provincias, de las 24 provincias que existen en Ecuador, recibieron cobertura en este proceso de verificación.
Las categorías de análisis que emplea Ecuador Verifica son las siguientes:
Tabla 1. Definición de las categorías de calificación Ecuador Verifica
Categoría |
Explicación |
|
El contenido que muestra información precisa y congruente con los datos fuentes. Las declaraciones son exactas y no omiten datos ni limitan la contextualización. |
|
El contenido no tiene un fundamento real. Una declaración incongruente con los datos y fuentes. |
|
Contenido de imagen, audio o video editado o modificado que podría engañar a las personas. Esta categoría incluye imágenes alteradas, audios con mensajes falsos, videos sacados de contexto, cadenas de Whatsapp. |
|
El contenido no es completamente falso. Contiene mayores elementos de falsedad que dé certeza. Es engañoso cuando la afirmación es congruente con la información o coincide parcialmente con ciertos datos, pero demuestra que pudo haber sido manipulada a fin de engañar. |
|
Tiene algunas imprecisiones fácticas. Es impreciso cuando la afirmación es consistente con los datos disponibles, pero se omite u oculta información. |
|
Contenido que muestra exageración, ironía, ridiculización. Usado particularmente en contexto de temas políticos, religiosos o sociales. |
|
Una afirmación donde no se puede identificar las fuentes o argumentos de las cuales se haya desprendido dicho enunciado. |
Fuente: Ecuador Verifica (2023)
De acuerdo a Suing et al., (2022) las metodologías de verificación presentan similitudes en su aplicación en Iberoamérica. Los adherentes al Código de Principios de la International Fact-Checking Network siguen un protocolo minucioso para examinar declaraciones políticas, institucionales y sociales de manera imparcial.
Frente a estas categorías metodológicas de verificación que se aplican en diversos portales de chequeo y que no están estandarizadas a nivel mundial, han surgido diversos interrogantes, planteados por autores como Rodríguez Pérez (2020), Uscinski y Butler (2013), Uscinski (2015), García-Galera et al., (2020), Palau-Sampio (2018), Cheruiyot y Ferrer-Conill (2018), Vizoso y Vázquez-Herrero (2019), así como Walter, Cohen, Holbert y Morag (2020). En líneas generales, estos autores coinciden en señalar la posible presencia de sesgos al seleccionar una declaración para verificar y en la propia tarea de validar o rechazar una información.
Por otra parte, los autores en mención también hacen eco de las fuentes utilizadas para verificación.
Luego de la selección de la frase a chequear, los factchecker requieren de consultar a la fuente. Para ello, existen tres tipos de fuentes en el fact-checking:
Tabla 2. Tipos de fuentes a las que se consulta en el proceso de Fact-checking
ORIGINAL |
OFICIAL |
ALTERNATIVA |
Quién dijo la frase |
Los datos que genera el Estados |
La producen otros organismos, organizaciones o instituciones |
Fuente: Echeverri, Rodríguez y Rodríguez (2018)
Otro aspecto a tomar en consideración es que ser la desinformación un aspectos que se da en diversas escalas y en varios sectores, resultaría imperante que Ecuador Verifica, así como otros portales el trato, abordaje impacto de desinformación que hay en las provincias del país, para de acuerdo a ello sectorizar la necesidad de chequeo.
Además, se monitoreó si aquellos contenidos publicados en la web fueron difundidos en las cuentas de redes sociales que poseen en Facebook, Instagram y Twitter. La información fue relevada y sistematizada en hojas de cálculo de Excel.
El escrutinio minucioso de la lucha contra la desinformación, especialmente en el contexto singular de Ecuador Verifica, trasciende el mero ejercicio de observación para adentrarse en las raíces mismas de una sociedad informada y participativa. La significancia de este análisis radica en su poder para desvelar los mecanismos sutiles y, a menudo, subyacentes que influyen en la forma en que la verdad se despliega en el panorama mediático contemporáneo.
El presente análisis se centra en desentrañar los elementos esenciales que confieren a la cobertura mediática, especialmente en el contexto de una campaña política de elecciones seccionales en Ecuador, un estatus de variable central en el fenómeno en estudio. En este contexto, donde el escenario político adquiere prominencia y la manipulación de la información puede trascender, los siguientes aspectos emergen como pilares fundamentales que justifican la preeminencia de la cobertura mediática:
En primer lugar, la construcción de la realidad electoral se erige como un factor clave. La cobertura mediática no simplemente informa sobre los eventos y declaraciones; se convierte en la lente a través de la cual los ciudadanos observan y comprenden el panorama electoral. La selección de declaraciones a verificar y el énfasis en los resultados de las verificaciones influyen en la percepción pública de los candidatos, sus propuestas y la relevancia de los temas en juego.
La transparencia y la responsabilidad constituyen un segundo pilar. El fact-checking, encarnado por actores como Ecuador Verifica, aporta transparencia al proceso al someter las afirmaciones a escrutinio y presentar los resultados de manera accesible. Esto refuerza la rendición de cuentas de los candidatos, quienes enfrentan la exigencia de presentar información precisa y fidedigna. La cobertura se convierte así en un mecanismo que fomenta la confianza del electorado y cuestiona la desinformación.
En un tercer plano, se distingue la función desmitificadora de la cobertura. En una época de proliferación de información falsa y engañosa, el fact-checking se yergue como un contrapeso que desmantela rumores y desinformación deliberada. La cobertura se convierte en un faro que guía a los ciudadanos a través del laberinto de información, contribuyendo a una toma de decisiones informada y racional.
La empoderadora capacidad de informar al electorado constituye otro aspecto crucial. Al proporcionar evaluaciones objetivas de afirmaciones, la cobertura de fact-checking capacita a los votantes para discernir entre información veraz y engañosa. La variable de cobertura adquiere una dimensión educativa, dotando al público con las herramientas necesarias para resistir la manipulación y tomar decisiones electorales fundamentadas.
El combate contra estrategias engañosas se erige como un quinto componente esencial. En el ámbito de las campañas políticas, la retórica engañosa puede socavar el proceso democrático. La cobertura de fact-checking enfrenta estas estrategias al presentar hechos y pruebas concretas, nivelando así el campo de juego y evitando la distorsión de la información.
En última instancia, el impacto en la formación de la agenda pública se distingue como un atributo distintivo. Al destacar declaraciones verificadas y desmentir afirmaciones falsas, la cobertura influencia las conversaciones públicas. Esto moldea la dirección de los debates y enfoca la atención en temas auténticos y sustanciales, contribuyendo así a un proceso electoral más informado y significativo.
Resultados
Durante los 31 días de campaña política por las elecciones seccionales en Ecuador, desarrolladas entre el 3 de enero al 2 de febrero de 2023, el portal web Ecuador Verifica, destinado al chequeo de candidatos y políticas públicas, realizó 43 verificaciones que fueron publicadas en la página.
Tabla 3.Calificación de contenidos chequeados
Categoría |
|
Porcentaje |
Cierto |
6 |
14% |
Impreciso |
5 |
12% |
Engañoso |
13 |
30% |
Alterado |
0 |
0% |
Falso |
16 |
37% |
Sátira |
0 |
0% |
Inverificable |
3 |
7% |
TOTAL |
43 |
100% |
Fuente: Elaboración Propia
Es decir, en promedio fueron chequeados 1,38 contenidos diariamente, equivalente al 3% de verificaciones día a día. Como se observa en la Tabla 3, fueron 16 contenidos que fueron calificados con la etiqueta de falso, siendo el de mayor número, mientras que contrario a ello no existieron chequeos que hayan recibido la ponderación de alterado y sátira.
Hay que tomar en cuenta que hubo 61850 candidatos durante este proceso de elecciones entre los que constaban binomios para prefectura y candidatos a alcaldes.
En cuanto al número de fuentes consultadas, Ecuador Verifica consultó a 72 fuentes, siendo las fuentes alternativas las más recurrentes con 46.
Tabla 4.Número de fuentes consultadas
Origen de la información |
Conteo |
Porcentaje |
Original |
13 |
18% |
Oficial |
13 |
18% |
Alternativa |
46 |
64% |
TOTAL |
72 |
100% |
Fuente: Elaboración Propia
Algunos contenidos solo constaban con una fuente, lo que dista del objetivo de chequeo integral, aunque algunas desinformaciones chequeadas eran aclaradas por en redes sociales por los propios candidatos. De esta forma existió un promedio de 1,67 fuentes por cada contenido.
Tabla 5. Contenidos verificados por provincias
Provincias |
Conteo |
Porcentaje |
Pichincha |
23 |
53% |
Guayas |
11 |
26% |
Imbabura |
1 |
2% |
Manabí |
2 |
5% |
Azuay |
4 |
10% |
Cañar |
1 |
2% |
Internacional |
1 |
2% |
TOTAL |
43 |
100% |
Fuente: Elaboración Propia
En cuanto a las provincias que fueron cubiertas por Ecuador Verifica, fueron 6 de las 24 provincias que tiene el país, es decir, un 29% de cobertura nacional.
Entre las provincias chequeadas estuvo Pichincha con 23 contenidos y es la que mayor cobertura recibió, pues se toma en cuenta que las oficinas de Ecuador Verifica están ubicadas en Quito, capital del Ecuador. Por su parte, Imbabura y Cañar fueron las que obtuvieron solo un chequeo respectivamente.
En la Tabla 3 se puede observar un contenido que no tuvo ubicación geográfica en Ecuador, pues se trató de un hecho internacional que repercutía al país y su proceso electoral.
En cuando a las redes sociales en las que tiene cuentas Ecuador Verifica, fueron compartidas las mismas notas en Facebook que posee 2,3 mil seguidores, Instagram con 2606 seguidores y Twitter con un total 5422 seguidores, con fecha de cierre del 2 de febrero de 2023.
Conclusiones
En el contexto de la investigación científica que se centra en el "Fact-checking: campaña política de elecciones seccionales en Ecuador. Caso Ecuador Verifica," los resultados obtenidos proporcionan una visión esclarecedora sobre el rol y el alcance de Ecuador Verifica durante el periodo de campaña política para las elecciones seccionales en Ecuador, realizado entre el 3 de enero y el 2 de febrero de 2023.
A lo largo de este período de 31 días, Ecuador Verifica, un portal web especializado en verificar candidatos y políticas públicas, llevó a cabo un total de 43 verificaciones que se publicaron en su página. Este ritmo de actividad se traduce en un promedio de 1,38 verificaciones por día, representando el 3% de las verificaciones diarias. En términos de calificación, se etiquetaron 16 contenidos como falsos, siendo esta la categoría más abundante. Contrariamente, no se encontraron verificaciones clasificadas como alteradas o satíricas.
Es importante contextualizar estos resultados en relación con el amplio panorama electoral. Durante este proceso de elecciones seccionales, se contabilizaron un total de 61850 candidatos, abarcando binomios para prefectura y candidatos a alcaldes. No obstante, es relevante observar que la cantidad de fuentes consultadas por Ecuador Verifica fue de 72, con un enfoque significativo en fuentes alternativas, que totalizaron 46. Sin embargo, se destacó la presencia de contenidos con una única fuente, lo cual puede cuestionar el objetivo de un chequeo exhaustivo. A pesar de esto, algunos candidatos tomaron la iniciativa de aclarar las desinformaciones en redes sociales.
La cobertura geográfica también constituye un elemento de interés. Ecuador Verifica focalizó su atención en 7 de las 24 provincias del país, lo que representa un 29% de cobertura nacional. Pichincha, donde se encuentra ubicada la sede de Ecuador Verifica en Quito, obtuvo la mayor atención con 23 contenidos chequeados. Además, se destacó la verificación de un contenido sin ubicación geográfica, relacionado con un hecho internacional que repercutía en el proceso electoral del país.
En lo que respecta a su presencia en redes sociales, Ecuador Verifica compartió sus verificaciones a través de plataformas como Facebook, con una audiencia de 2,3 mil seguidores; Instagram, con 2606 seguidores; y Twitter, con un total de 5422 seguidores, al cierre del 2 de febrero de 2023.
En conclusión, los resultados de este análisis ofrecen un entendimiento profundo del papel de Ecuador Verifica durante las elecciones seccionales en Ecuador. A través de sus verificaciones, la plataforma aborda desinformaciones políticas, contribuyendo a la transparencia, responsabilidad y formación de opinión en el proceso democrático. Aunque ciertos aspectos, como la cobertura geográfica y la cantidad de fuentes, presentan desafíos, la labor de fact-checking sigue siendo una herramienta esencial para fomentar un debate político informado y genuino en la sociedad.
Referencias
Amazeen, A. (2017). Journalistic interventions: The structural factors affecting the global emergence of fact-checking. https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/1464884917730217
Anderson, CW (2021). Las fake news no son virus: Sobre las plataformas y sus efectos. Teoría de la comunicación, 31(1), 42–61. https://doi.org/10.1093/ct/qtaa008
Aparici, R., García-Marín, D. y Rincón-Manzano, L. (2019). Noticias falsas, bulos y trending topics. Anatomía y estra- tegias de la desinformación en el conflicto catalán. El profesional de la información, 28(3). https://doi.org/10.3145/epi.2019.may.13.
Bernal-Triviño, A. & Clares-Gavilán, J. (2019). Uso del móvil y las redes sociales como canales de verificación de fake news. El caso de Maldita.es. El profesional de la información, 28(3), 1-8. https://doi.org/10.3145/epi.2019.may.12.
Boididou, C., Middleton. S., Zhiwei, J., Papadopoulos, S., Dang-Nguyen, D., Boato, G. y Kompatsiaris, Y. (2018). Ve- rifying information with multimedia content on Twitter. Multimedia tools and applications, 77(12), 15545-15571. https://doi.org/10.1007/s11042-017-5132-9.
Carlson, M. (2020). Las noticias falsas como pánico moral informativo: la desviación simbólica de las redes sociales durante las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2016. Información, Comunicación y Sociedad , 23(3), 374–388.
Cheruiyot, D., y Ferrer-Conill, R. (2018). “Fact-Checking Africa” Epistemologías, datos y expansión del discurso periodístico. Periodismo Digital , 6 (8), 964-975.
Ecuador Verifica. (29 de julio, 2021). Metodología. https://ecuadorverifica.org/metodologia/
García-Galera, M. D. C., Del Hoyo-Hurtado, M., y Blanco-Alfonso, I. (2020). Desinformación e intención comunicativa: Una propuesta de clasificación de fake news producidas en entornos periodísticos profesionales. Revista Mediterránea De Comunicación: Mediterranean Journal of Communication, 11(2), 105-118. https://www.doi.org/10.14198/MEDCOM2020.11.2.16
Gerstner, CR y Farid, H. (2022). Detección de videos falsos profundos en tiempo real usando iluminación activa. En Actas de la Conferencia IEEE/CVF sobre visión artificial y reconocimiento de patrones (págs. 53-60).
Hassan, N., Adair, B., Hamilton, JT, Li, C., Tremayne, M., Yang, J. y Yu, C. (julio de 2015). La búsqueda para automatizar la verificación de hechos. En Actas del simposio de periodismo computacional de 2015 .
Haigh, M., Haigh, T. y Kozak, I. (2017). Stopping Fake News. The work practices of peer-to-peer counter propaganda. Journalism Studies, 19(14), 2062-2087. https://doi.org/10.1080/1461670X.2017.1316681
Jungherr A., Schroeder R. (2021). La desinformación y las transformaciones estructurales de la arena pública: abordando los desafíos actuales de la democracia. Sociedad Social Media+ , 7(1).
Hernández, R., Fernández, C., & Baptista, M. (2010). Metodología de la investigación (Quinta edición ed.). México D.F.: Mc Graw Hill.
Hernández Sampieri, R., y Mendoza, P. (2008). Ampliación y fundamentación de los métodos mixtos. Fundamentos de metodología de la investigación.
IFCN. Application Guidelines.
López-García, X., Rodríguez-Vázquez, A-I. y Álvarez-Gromaz, L. (2016). El fact checking como reclamo y como ser- vicio en los cibermedios. Análisis de las experiencias de ‘The Washington Post’ y ‘The Guardian’. Telos, 13. https://telos.fundaciontelefonica.com/archivo/numero103/analisis-de-las-experiencias-de-the-washington-post-y-the-guardian/?output=pdf
Magallón-Rosa, R. (2018). La biblioteca digital sobre Donald Trump. Fact-checking frente a fake news. Estudios sobre el mensaje periodístico, 24(1), 273-282. https://doi.org/10.5209/ESMP.59949.
Miège B. (2006). La concentración en las industrias culturales y mediáticas (ICM) y los cambios en los contenidos. CIC. Cuadernos de Información y Comunicación, 11, 155-166. https://revistas.ucm.es/index.php/CIYC/article/view/CIYC0606110155A
Mitchellstein E., Matassi M., Boczkowski PJ (2020). Mínimos efectos, máximo pánico: redes sociales y democracia en América Latina. Social Media + Society , 6(4), 2056305120984452. https://doi.org/10.1177/2056305120984452
Nakov, P., Corney, D., Hasanain, M., Alam, F., Elsayed, T., Barrón-Cedeño, A. & Martino, GDS (2021). Verificación de hechos automatizada para ayudar a los verificadores de hechos humanos.
Nelson, L. y Harsh, T. (2018). The small, disloyal fake news audience: The role of audience availability in fake news consumption. Communication research, 18. https://doi.org/10.1177/1461444818758715 .
Palau-Sampio, D. (2018). Fact-checking y vigilancia del poder: La verificación del discurso público en los nuevos medios de américa latina. Communication & Society, 31(3), 347-365. https://doi.org/10.15581/003.31.3.347-365 .
Parreira, M. (2019). La proliferación de las “fake news” y sus algoritmos daña la cultura democrática. Ámbitos. Revista Internacional de Comunicación, 45, 89-106.
Pavlik, J. (2000). The impact of technology on journalism. Journalism studies, 1(2), 229-237. https://doi.org/10.1080/14616700050028226.
Pérez-Curiel, C. y Velasco, A. M. (2020). Impacto del discurso político en la difusión de bulos sobre Covid-19. Influencia de la desinformación en públicos y medios. Revista Latina de Comunicación Social, 78, 86–118. https://doi.org/10.4185/RLCS-2020-1469.
Pérez-Dasilva, J. Á.; Meso-Ayerdi, K. y Mendiguren-Galdospín, T. (2020). Fake news y coronavirus: detección de los principales actores y tendencias a través del análisis de las conversaciones en Twitter. El profesional de la información, 29(3), e290308. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.08.
Rapp, N. y Salovich, A. (2018). Can’t We Just Disregard Fake News? The Consequences of Exposure to Inaccurate Information. Policy Insights from the Behavioral and Brain Sciences, 5(2), 232-239. https://doi.org/10.1177/2372732218785193.
Rodríguez-Pérez, C. (2021). Desinformación online y fact-checking en entornos de polarización social: el periodismo de verificación de Colombiacheck, La Silla Vacía y AFP durante la huelga nacional del 21N en Colombia. Estudios sobre el mensaje Periodístico, 27(2), 623. https://doi.org/10.5209/esmp.68433.
Rodríguez Pérez, C. (2020). Una reflexión sobre la epistemología del periodismo de verificación de hechos: desafíos y dilemas. Revista de comunicación , 19 (1), 243-258. http://www.scielo.org.pe/pdf/rcudep/v19n1/2227-1465-rcudep-19-01-243.pdf
Rosgaby Medina, K. (6 de septiembre, 2022). Estadísticas de la situación Digital en Ecuador 2021-2022. Sucursal Agencia. https://branch.com.co/marketing-digital/estadisticas-de-la-situacion-digital-en-ecuador-2021-2022/
Slipczuk, M. (2022). Una guía para principiantes para establecer una organización de fact-checking en América Latina y el Caribe. Oficina de la UNESCO en Montevideo y Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe.
Sued G. E. y Rodriguez Kedikian M. (2020). Noticias falsas en Facebook: narrativas, circulación y verificación. Los casos de Argentina y México. Estudios sobre el Mensaje Periodístico, 26(3), 1229-1242. https://doi.org/10.5209/esmp.65136
Suing, A., Ricaurte, C., & Ordóñez, K. (2022). Verificación del discurso público desde la sociedad civil. Caso de la coalición Ecuador Verifica. Documentación de las Ciencias de la Información, 45(1), 53. https://revistas.ucm.es/index.php/DCIN/article/view/77523/4564456559652
Terol-Bolinches, R., & Alonso-López, N. (2020). La Prensa Española en la era de la posverdad: el compromiso de la verificación de datos para combatir las fake news. Revista Prisma Social, 31, 304-327.
Ufarte-Ruiz, J., Anzera, G. y Murcia-Verdú, J. (2020). Plataformas independientes de fact-checking en España e Italia. Características, organización y método. Revista Mediterránea de Comunicación, 11(2), 23-39. https://www.doi.org/10.14198/MEDCOM2020.11.2.3 .
Ufarte-Ruiz, M-J., Peralta-García, L. y Murcia-Verdú, F-J. (2018). “Fact checking: un nuevo desafío del periodismo”. El profesional de la información, 27(4), 733-741. https://doi.org/10.3145/epi.2018.jul.02.
Uscinski, J. y Butler, W. (2013). “The epistemology of fact checking”. Critical review. A journal of politics and society, 25(2), 162-180. https://doi.org/10.1080/08913811.2013.843872.
Uscinski, J. E. (2015). The epistemology of fact checking (is still naìve): Rejoinder to Amazeen. Critical Review, 27(2), 243-252. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/08913811.2015.1055892
Valero, P. P., & Oliveira, L. (2018). Fake news: una revisión sistemática de la literatura. Observatorio (OBS*), 12(5). https://doi.org/10.15847/obsOBS12520181374
Vázquez-Herrero, J., Vizoso, A. & López-García, X. (2019). Innovación tecnológica y comunicativa para combatir la desinformación: 135 experiencias para un cambio de rumbo. Profesional de la información, 28(3). https://doi.org/10.3145/epi.2019.may.01
Vélez Bermello, G. L. (2020). Inmediatez y fact-checking: análisis del portal Ecuador Chequea. Revista ABRA, 40(61), 52-76. https://www.scielo.sa.cr/pdf/abra/v40n61/2215-2997-abra-40-61-52.pdf
Vélez-Bermello, G. L., & León-Valle, W. B. (2021). Verificación de hechos: Falibilismo de Popper y la razonabilidad de las masas. https://n9.cl/47kzz
Vélez Bermello, G. L. y Carvajal, J. M. B. (2022). Participación del fact-checking para combatir la desinformación: Caso Ecuador Verifica. ComHumanitas: revista científica de comunicación, 13(1), 92-155. https://www.comhumanitas.org/index.php/comhumanitas/article/view/329/291
Vélez Bermello, G. L. y Franco, J. C. B. (2021). Infodemia y la búsqueda de certezas sobre el COVID-19. RevCom, (12), e058-e058. https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/revcom/article/view/7155/6106
Vizoso, Á, & Vázquez-Herrero, J. (2019). Plataformas de fact-checking en español. características, organización y método. Communication & Society, 32(1), 127-144. https://doi.org/10.15581/003.32.1.127-144
Wardle, C. & Derakhshan, H. (2020). Periodismo, “Noticias Falsas” & Desinformación Manual de Educación y Capacitación en Periodismo [UNESCO]. En Formatos de información errónea, desinformación e información maliciosa (1.a ed., Vol. 1). https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223
Walter, N., Cohen, J., Holbert, RL y Morag, Y. (2020). Verificación de hechos: un metanálisis de lo que funciona y para quién. Comunicación Política.
Zhou, X. & Zafarani, R. (2018). Fake news: A survey of research, detection methods, and opportunities. ACM Comput. Surv. 53, 5. https://doi.org/10.1145/3395046
Zommer, L. (2015) Capítulo “El boom del fact checking y la vuelta a las fuentes”. En Roitberg, G. y Piccato, F. (Comps.). Periodismo disruptivo. Buenos Aires. Ed. La Crujia
[1] Licenciada en Ciencias de la Comunicación y magíster en Periodismo. Doctora en Comunicación Social, por la Universidad Nacional de Rosario - Argentina. Labora como docente investigadora de la Facultad Ciencias de la Comunicación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Trabajó en la Universidad Estatal Península de Santa Elena. Mantiene una línea de investigación relacionada a la verificación de hechos. Además, trabajó en medios de comunicación EDIASA y medios radiales como: Gaviota, Son de Manta y Radio Visión. Fue directora del Departamento de Comunicación del Ministerio del Interior para Manabí. Creadora del Laboratorio Experimental COMUNICANDO- UPSE. Actualmente, también es CEO del Centro de Producción de Ideas. Profesional convergente, con más de 15 años de experiencia en redacción periodística, dirección de medios, fotografía, maquetación, sondeo de medios, asesoría, fact-checking y contenidos digitales. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7414-8441